La colección

La colección del Museo de la Automoción de Lleida consta de un extraordinario conjunto de automóviles originales y perfectamente restaurados que recuerdan a épocas pasadas. Es un museo municipal, de los únicos en este ámbito, con gran diversidad y riqueza de piezas que nos invitan a realizar un viaje por el mundo de la industria del automóvil a través de la historia. Nos transportan a tiempos pasados ​​y nos permiten reflexionar sobre la evolución de la técnica y sobre los cambios sociales que le han rodeado.

El fondo inicial del museo se formó a raíz del acuerdo entre el Ayuntamiento de Lleida con el coleccionista Francesc Segura, formada por 14 automóviles, 5 motocicletas y otras piezas relacionadas con la automoción. A partir de ese fondo inicial, el Ayuntamiento incrementó la colección con vehículos históricos de su propiedad (motos de la Guardia Urbana, camiones de bomberos, coches oficiales...) y otros coleccionistas hicieron donación de los sus vehículos.

Actualmente, la colección municipal está formada por un total de 90 piezas, entre automóviles, motocicletas, motores y otras piezas. Destacar uno solo es difícil, ya que todos tienen particularidades que los convierten en únicos. Se puede admirar un Rolls Royce Phantom 1 de 1925, que pertenece a un grupo exclusivo, puesto que la carrocería sólo se incorporó a seis ejemplares de la firma, y ​​un motor seccionado Hispano-Suiza de 1917, que destaca por su concepto innovador y que se presentó por primera vez en la Feria de Muestras de París de 1922.

El Biscuter, un autocar Fiat 15 Ter Omnibus de 1915 que hacía de coche de línea y correos de la línea Lleida-Ponts o un antiguo tractor Lanz, pieza imprescindible por la importancia que la agricultura ha tenido y tiene en Lleida, son otras de las joyas del museo. Son curiosos los surtidores de gasolina o los asientos de los antiguos autobuses urbanos de Lleida. También encontramos una colección de miniaturas a escala 1:43 donada a la ciudad por Ramon Duró y formada por 1.800 piezas.

La exposición de la colección municipal se muestra conjuntamente con una veintena de coches y una veintena de motocicletas cedidas en depósito por particulares que la complementan. Son coleccionistas y aficionados a la automoción, que muestran así la confianza e ilusión en el proyecto. Estos vehículos están temporalmente expuestos y van cambiando. También está en depósito la colección de miniaturas a escala 1.24 de Manel Armillas, con unas 500 piezas.

Agradecemos la colaboración del Club de Vehículos Históricos de Lleida y del Club Clàssics Motor Lleida.


La exposición

La exposición del museo está distribuida por ámbitos temáticos:

El ámbito central se dedica a los coches, iniciando el recorrido por dos vehículos emblemáticos y complementarios: Rolls Royce y Austin Seven, dos coches del mismo país y época, pero con dos filosofías completamente opuestas. Seguidamente, el nuevo espacio llamado Piezas icónicas ofrece un recorrido por la historia de la automoción a partir de 4 vehículos: una carroza berlina del siglo XVIII, antecedente de los automóviles; un Dedion Bouton de 1907, el más antiguo del museo; el Ford T, primer coche construido en serie; y el Seat 600, muestra de la popularización de los coches en nuestro país. Y después encontramos el resto de vehículos, donde podemos destacar un Hispano Suiza de 1928 o un Dyane 6 con el primer chasis realizado en el estado.

El ámbito de las motocicletas recoge una treintena de estos vehículos, donde podemos destacar las Terrot, Peugeot, Ossa, Montesa, Norton, René Gillet, Rieju o la popular Vespa.

El ámbito de los servicios públicos acoge vehículos con determinada función: los coches de bomberos, las motos de policía, los autocares, los taxis o los coches fúnebres.

El ámbito de los vehículos del campo nos adentra en el sector primario básico en la economía de Lleida, con un tractor de 1923, una furgoneta Chevrolet o una DKW, que se vendía en el edificio que alberga el museo.

El ámbito de los motores expone una colección de piezas mecánicas de gran calidad, como un cambio de marchas Rolls Royce, un turno de autocar o un motor seccionado Hispano Suiza de 1917.

El ámbito de las miniaturas acoge dos colecciones excepcionales: SR. Ramon Duró a escala 1:43, con unos 1.800 ejemplares, dada al Ayuntamiento de Lleida, y la del SR. Manel Armilles, a escala 1:24, con unos 500 ejemplares y cedida en depósito. Podemos apreciar la evolución de la automoción a lo largo del tiempo, desde los primeros artefactos autopropulsados ​​hasta los modernos coches de carreras. La colección de miniaturas nos muestra a lo largo de un recorrido ordenado por la historia del automóvil a partir de marcas y nacionalidades.

El taller reproduce un antiguo taller mecánico, aprovechando parte del edificio original, donde se puede ver un foso, herramientas, carteles de publicidad y piezas de repuesto.


El edificio: el taller Velasco

El museo está instalado en un antiguo taller mecánico. En 1954, las necesidades del suministro de combustible en la provincia de Lleida y también un sector agrícola e industrial en constante crecimiento hicieron que el empresario Eduardo Velasco García, se decidiera a construir un edificio que fuera capaz de alojar la creciente flota de camiones CAMPSA, que hacían llegar el combustible a las estaciones de servicio de toda la provincia. Posteriormente se trasladarán al polígono El Segre. Desde ese momento, el edificio se dedicó en exclusiva a la comercialización y reparación de turismos y furgonetas industriales y se convirtió en la sede del concesionario oficial DKW, fabricante de las populares camionetas de esta marca.

Hasta 1964 fue sede de la marca IMOSA, que fabricaba bajo licencia Auto Union, las llamadas DKW en su factoría de Vitoria. En 1972 se convirtió en la sede de MEVOSA, empresa que distribuía de forma conjunta las marcas Mercedes Benz y Volkswagen, mientras continuaba con la fabricación de las DKW. Finalmente se convirtió en concesionario oficial Mercedes Benz para la provincia de Lleida. En 1970 el Ayuntamiento de Lleida dio el nombre de Eduardo Velasco a una de las calles que rodea el inmueble.

El edificio constaba de zona de talleres, área de ventas, área administrativa, repuestos, servicios y mantenimiento, junto con la vivienda del propietario.

En 1992 el edificio quedaba sin actividad al trasladarse Mercedes Benz a unas nuevas instalaciones en las afueras de la ciudad. El edificio pasó a formar parte del patrimonio municipal en 1997: la parte central fue reconvertido en el actual Museo Roda Roda, inaugurado en 2002, la parte de ventas se transformó en la Llar de jubilats Santa Cecilia y las viviendas se convirtieron en pisos sociales.

Los fondos del museo se distribuyen por el antiguo taller, el área de repuestos y las oficinas.